Analizan la situación de las escuelas particulares durante la emergencia sanitaria

Érika Torres

La situación que enfrenta la educación privada en todos los niveles y el planteamiento de diversas propuestas para hacer lo posible por no dejar a nadie atrás durante esta contingencia y la recesión económica que la acompaña, fueron los ejes centrales del foro virtual "En la ‘covidianidad', la escuela privada en riesgo: reflexiones y propuestas".

Catalina Morfín, directora general académica del lTESO y encargada de dar la bienvenida al foro, organizado por el Doctorado Interinstitucional en Educación del ITESO, el Campo Estratégico de Acción en Modelos y Políticas Educativas (CEA-Mope) del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) y Educación Futura, comentó que las instituciones educativas tienen un compromiso con los estudiantes para que estos puedan, al menos, adquirir tres aprendizajes: que busquen la solidez dentro de ellos mismos y no dependan de los estímulos externos; que aprendan a liberarse de las ilusiones que nos llevan a creer que podemos forjar nuestro destino sin ayuda de los demás y tomar conciencia de que nadie se salva solo, y aprender que, aun cuando existe el progreso, este no siempre es factible. Los fracasos y los retrocesos son parte de la vida y los podemos convertir en oportunidades para aprender. 

Durante su participación en la primera parte del foro, moderada por Guadalupe Valdés Dávila, académica del Departamento de Psicología, Educación y Salud (DPES) del ITESO, y orientada a conocer los retos que enfrentan las escuelas en Jalisco, Guadalupe Paredes, directora general de los Colegios Rudyard Kipling de Guadalajara, comentó que la baja más fuerte en el alumnado, aproximadamente 10 por ciento, ha sido en jardines de niños, lo que los llevó incluso a cerrar los niveles de maternal.

En cambio, para los niños y niñas de primaria y los adolescentes de secundaria la nueva normalidad educativa se convirtió en una oportunidad para que aprendieran a autogestionar sus propios aprendizajes.  

Para apoyar económicamente a los padres de familia aplicaron un descuento en la colegiatura y se apoyó a los profesores que no son tan hábiles con la tecnología.  

"Los maestros se han puesto la camiseta y han hecho hasta lo imposible por sus alumnos", señaló Paredes, ya que incluso han hecho jornadas dobles, pues la atención y el acompañamiento escolar se ha dado también por las tardes. 

Destacó que el fortalecimiento de la alianza entre papás y colegios ha sido fundamental para que todos sorteen esta contingencia de la mejor manera posible. 

Rosalina Contreras, directora del Centro Educativo Hammurabi, señaló que hubo bastante afectación económica en su plantel y que se ofrecieron diversos apoyos a los padres de familia, tratando de que los alumnos no se fueran.  

Una de sus prioridades, además de evitar en lo posible las bajas de alumnos, fue pagarles su sueldo íntegro a las profesoras. Para el pago de impuestos se pidió, y se obtuvo, un préstamo al gobierno estatal.  

Gabriela de Guadalupe Morales, presidenta de la Federación de Escuelas Particulares de Occidente, que agrupa a cerca de 200 colegios, señaló que se ha trabajado en dar capacitación a los profesores para enfrentar la enseñanza virtual y en escuchar a los padres de familia, llegando a convenios en cuanto a adeudos, colegiaturas y tiempos de pago. 

También se han enfocado en que la educación socioemocional que se ofrece a los maestros se comparta con los alumnos, ya que "ellos también sufren angustia y estrés con esta situación". 

Al igual que lo comentado por las demás participantes de esta primera parte del foro, Heidi Wäckerlin, directora del Colegio Inglés Hidalgo (CIH), señaló que en esta institución se priorizó el acercamiento con papás y dar apoyo con descuentos para evitar un elevado número de bajas.  

Añadió que el personal del colegio se certificó en Google Education para incorporar de la mejor manera posible la tecnología al proceso formativo. 

También mencionó la importancia de la solidaridad para trabajar en conjunto y buscar soluciones para que nadie se quede atrás. "Ya estamos aquí y nos toca no solo sobrevivir, sino crear", dijo.  

Los contextos social, económico y político en México

La segunda parte del foro, moderada por Flor Arellano, coordinadora de la Licenciatura en Ciencias de la Educación del ITESO, fue un diálogo con especialistas para analizar las implicaciones de la pandemia y las alternativas que se vislumbran desde los ámbitos económico, sociopolítico y educativo.  

Ignacio Román, profesor del Departamento de Economía, Administración y Mercadología (DEAM) del ITESO, comentó que, ante la pregunta que está en boca de todos, ¿cuándo se acaba esto?, la respuesta es que no hay un plazo específico, sino un proceso gradual en el que poco a poco se tendrá una recuperación.  

El contexto mexicano, inmerso en recortes de salarios, de trabajos y de gasto público, da cuenta de un enorme impacto redistributivo de la crisis que ha llevado a muchos alumnos de escuelas privadas a migrar a escuelas públicas y a los alumnos en situación económica más precaria a abandonar su educación.   

¿Cómo ubicamos, desde la escuela, mecanismos para salir juntos de esta crisis?, se preguntó. "Porque, o salimos juntos, o nos va a costar mucho más trabajo salir", afirmó. 

Su propuesta se enfoca en generar mayores procesos de colectividad en la escuela e incorporar la voz, de manera directa, de docentes y padres de familia.

También sugiere que, en cuanto a la relación laboral con los profesores, la escuela debe tomar una acción que implique cambios en cultura laboral que se han impulsado desde la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que tienen que ver con la llamada "flexiseguridad", es decir, cómo generar un proceso en el que el profesor tenga que ceder parcialmente ante las dificultades, pero que no sea el único que ceda, sino que la escuela ceda también en favor del trabajador y le otorgue una garantía de estabilidad.  

Alberto Bayardo, académico del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos (Dsoj) del ITESO, comentó que la educación virtual pone de manifiesto la desigualdad, ya que no todos los alumnos tienen los medios básicos necesarios (computadora o televisión, por ejemplo) para acceder a su educación. 

La situación va para largo, indica, por lo que será necesaria la solidaridad y organización en conjunto para poder salir a flote.  

Esta nueva normalidad educativa llama a reinventar la educación y a intentar terminar la pandemia con un modelo educativo mucho más eficiente que el que existe actualmente, reflexionó.

Fernando Lozano, director de Atención y Seguimiento de la Secretaría de Educación Jalisco, comentó que a raíz de la crisis económica se observó la migración de familias de escuelas privadas a escuelas públicas, así como el incremento de asociaciones de colegios a las que la Secretaría de Educación Jalisco apoya y orienta.  

Especialmente a nivel preescolar, señaló, hay familias que aún no deciden la incorporación de sus hijos a la escuela.  

"Nos preocupa la realidad de la escuela particular, pero no hay un escenario de cierres múltiples de escuelas", destacó. 

Hizo énfasis en que, aunque los problemas que enfrentan las escuelas privadas son similares, cada una tiene particularidades dependiendo de la región en la que se encuentren, su infraestructura y tamaño, por lo que cada colectivo docente y educativo debe responder a esa realidad concreta. 

Informó que el gobierno estatal destinó una bolsa de 15 millones de pesos a fondo perdido "para apoyar al capital humano y laboral de colegios más pequeños que han tenido una disminución significativa de su población estudiantil, especialmente en preescolar." 

Además señaló que más importante que el conocimiento es el estado emocional de cada estudiante y de sus familias, así que los esfuerzos educativos desde el gobierno están orientados también en este aspecto. 

"No queremos que los colegios se pierdan, buscamos el cómo sí, pero cuidando la salud", dijo.  

Juan Carlos Silas, coordinador del Doctorado Interinstitucional en Educación del ITESO, comentó la importancia de trabajar con las madres de familia e incorporarlas a las comunidades de aprendizaje, ya que son quienes, en su mayoría, han tomado las riendas de la carga académica extra, aparte de sus trabajos y labores en el hogar.  

Mencionó la necesidad de hacer un vínculo entre lo que está en el currículo con lo que hay en la casa para que pueda referirse a la cancha de los papás, así como la retroalimentación precisa y puntual entre padres, maestros y escuelas. 

"Las soluciones van a tener que ser colegiadas, es decir, las escuelas tendrán que agruparse y apoyarse unas a otras. Si no remamos juntos, no nos va a ir bien", señaló al terminar su presentación, que dio fin también a la participación de los panelistas.  

Javier Escobedo Conde, SJ, director del DPES del ITESO, se encargó de cerrar el foro y consideró que en el contexto mexicano hay "realidades muy fuertes que tenemos que analizar; (…) las realidades sociales, políticas y económicas ya se están moviendo y van a tener un fuerte impacto en la forma en que vivimos."